Boletín de actualidad Fecha: 10-09-2020
Los riesgos de tomar el agua demasiado fría.
FUENTE: Sportlife
Beber agua helada puede causar digestión pesada, dolores de cabeza y bajada de defensas.
No sólo durante el verano, todo el año debemos estar bien hidratados para asegurarnos un buen estado de salud. Un hombre adulto debería beber 3,5 litros de agua frente a los 3 litros de una mujer. Pero no sólo es la cantidad de líquido; la temperatura del agua cuenta más de lo que mucha gente puede pensar. Los días de intenso calor nos llevan a intentar beber el agua más fría. Pero está lejos de ser saludable el intentar apagar la sed a base de tener el agua casi helada. En especial tiene efectos negativos si tomas agua a baja temperatura durante o después de la comida. Y todavía peor si tienes tendencia a estar estreñido o a sufrir dolores de cabeza.
Pensemos que nuestro cuerpo es un sistema "inteligente". Al tomar algo frío su reacción es tratar de compensar ese cambio de temperatura. Lo que ocurre al beber ese agua tan fría es una contracción de los vasos sanguíneos lo que provoca que el cuerpo destine su energía a regular su temperatura para tratar de estar sobre los 37 grados en lugar de dedicarla a conseguir las ventajas de los nutrientes de la comida que hemos ingerido.
Beber agua casi helada después de haber terminado de comer tiene otro efecto que en estos días de pandemia que vivimos es todavía peor. Provoca que aumente la mucosidad lo que puede tener como efecto indirecto una rebaja de nuestras defensas inmunológicas.
A veces beber agua u otro líquido a muy baja temperatura podría ser el origen de un dolor de cabeza. Eso se explicaría porque hay nervios de la espina dorsal que notarían la bajada de temperatura y como respuesta "avisarían" al cerebro para que compensara el cambio de temperatura y eso podría provocar el dolor de cabeza.
Por último, debemos tener en cuenta el efecto (negativo) que tiene sobre la digestión. Beber agua muy fría hace la digestión más pesada. Esto se explicaría porque las grasas de los alimentos se quedarían pegadas a las paredes interiores de los intestinos (esto justificaría también casos de estreñimiento).
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