Usabal

Boletín de actualidad Fecha: 08-07-2014




TRIATLON: De atleta a triatleta

TRIATLON: De atleta a triatleta

FUENTE: Sportlife
Llevas ya un montón de carreras y no se te va de la cabeza probar algo nuevo: el triatlón. Pues deja de pensarlo y mójate por una vez en la vida.

Para comenzar tenemos una buena noticia para todos los atletas que decidan probar y es que, en los triatlones, la parte de decisiva, donde se decide el ganador, lo constituye la carrera a pie, precisamente vuestro punto fuerte. La mala noticia es que antes de llegar a este segmento decisivo, tendréis que salvar dos obstáculos: nadar y montar  en bici a la mayor velocidad posible acumulando el mínimo de fatiga para poder desplegar todas vuestras cualidades en la carrera a pie. Pero  el objetivo natural de todo deportista es salvar obstáculos y superarse, así que no perdamos tiempo en hablar de las limitaciones y centrémonos en los recursos para superarlas.

¡¡CORREDOR AL AGUA!!
De sobra es sabido que la natación es un deporte con un gran componente técnico y que es importante desarrollarlo en edades tempranas (de 12 a 18 años) que es cuando la adaptación al medio acuático es mayor, pero esto no debes ser un obstáculo para continuar nuestro camino hacia el triatlón.
Así que comenzaremos por trabajar la técnica. A continuación te detallamos las cinco elementos que te ayudarán a que tu técnica de crol sea la correcta
Posición del cuerpo. El cuerpo deberá adoptar una posición hidrodinámica: elevado, extendido, alineado, relajado y natural. Para ello la cabeza se sitúa ligeramente elevada, con la cara en el agua y la mirada dirigida hacia abajo y adelante, tronco cadera y piernas horizontales mientras los pies realizan el batido.
Rolido.  El rolido es un giro en el eje longitudinal del cuerpo de unos 45º. El sujeto no se desplaza plano sobre el agua, realiza el rolido, que cumple las funciones de facilitar el recobro de los brazos fuera del agua, realizar una tracción profunda y eficaz, respirar de manera natural sin elevar la cabeza y evitar la resistencia al avance.  
Ciclo de la brazada. La mano entra al frente, en el ancho de la cabeza con el hombro. Es en este momento cuando la otra mano finaliza el recorrido por dentro del agua y se dispone a salir junto a la parte superior del muslo. Los brazos están siempre en puntos opuestos, así que cuando una mano entra en el agua, la otra esta saliendo.
Patada. La patada no debe de ser fuerte, sino que el movimiento de piernas debe ser ligero y estabilizador del resto del cuerpo. Lo ideal seria dar cuatro patadas por cada ciclo de brazos.
La respiración. Girar la cabeza hacia un lado en inhale cuando el brazo del lado contrario este en extensión completa. Gira la cabeza hacia el fondo de la piscina para exhalar. Es ideal entrenar la respiración a los dos lados, es decir respirar cada tres brazadas o en algún tramo por nuestro “lado malo”

Como desde nuestra revista siempre tenemos soluciones para todo, seguramente en tus primeras sesiones de natación hayas tenido sensaciones un tanto extrañas en tu nuevo proceso de adaptación acuática, pues aquí te mostramos las soluciones a esas sensaciones:

  • 1- No eres capaz de que las piernas te floten, son como un lastre en tu desplazamiento.Pues nada con pull boy y con aletas y te ayudará a paliar esta sensación. Procura alternar el nado con este material y sin él.
  • 2- Brazadas muy cortas con mucha frecuencia para desplazarte. Eleva más el codo, lleva la mano que entra en el agua más lejos y tracciona con la mayor amplitud posible.
  • 3- Sensación de ahogo por una mala coordinación en la respiración. Nadar a ritmo relajado de menos a más y trabajar la respiración bilateral.
  • 4- Tensión y agarrotamiento en el tronco y el cuello. El rolido es fundamental para una mejora de la técnica, procura realizar pies de forma lateral, alternando un lado y otro.
  • 5- Poca movilidad y agarrotamiento a nivel de la articulación del hombro. Trabaja la flexibilidad antes y después de la sesión de natación.

CORREDOR SOBRE LA BICI
El entrenamiento sobre la bici te va a resultar mucho más sencillo y divertido, una vez que domines la técnica básica (si no has montado nunca en bici, es mejor comenzar con una de montaña). En la bici se trabajan los mismos grupos musculares que en la carrera a pie, aunque con mayor protagonismo de la parte superior del tren inferior (cuádriceps, vasto interno, isquiotibiales) y el “entrenamiento cruzado” nos permitirá en pocas sesiones, trasladar nuestra condición cardiovascular de la carrera al ciclismo. Además, en la actualidad, y en las pruebas de distancias sprint y olímpicas, ha dejado de ser decisivo, para tomar un papel más de transición, debido a la formación de grupos y a la posibilidad de “ir a rueda”. No obstante, el ciclismo es la disciplina ideal para trabajar la resistencia de base y  “recuperarnos” de entrenamientos exigentes de carrera a pie con rodajes fáciles y sin impactos.

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