Usabal

Boletín de actualidad Fecha: 10-05-2022




Por qué debes inclinar la cinta a la hora de correr y no caminar nunca agarrado

Por qué debes inclinar la cinta a la hora de correr y no caminar nunca agarrado

FUENTE: Sportlife
Un error que provoca que perdamos efectividad mecánica y estabilidad lumbar, algo que va a perjudicar notablemente nuestros lumbares.

Muchos principiantes en la actividad física cuando comienza a usar la cinta de correr caminan en ella con cierta inclinación y agarrados de manos a la parte delantera. Seguramente lo hacen porque les ofrece una mayor sensación de seguridad frente a la inclinación unidad al desplazamiento del tapiz que causa esa sensación desquilibrante.

Lo cierto es que esta posición en nada es recomendable. A nivel mecánico influye de forma muy significativa y nada deseable en la marcha natural. La zancada se vuelve menos amplia y con menor frecuencia y, sobre todo, es que neutralizamos el efecto de los brazos a la hora de correr que tienen una importante función estabilizadora. Su oscilación contralateral neutraliza la rotación del tren inferior, permitiendo una mayor estabilidad y eficiencia mecánica en la zancada. Si mantenemos las manos sujetas al frente, la cintura escapular no puede girar y la estabilización a nivel lumbo-pélvico será menor, perdiendo efectividad mecánica y estabilidad lumbar, algo que va a perjudicar notablemente nuestros lumbares.

Todos estos inconvenientes se pueden solventar usando la cinta con una ligera inclinación. Basta con un 1% para lograr una mayor implicación de la musculatura posterior con un gasto energético mayor. Este pequeño incremento de la pendiente igualará las demandas mecánicas y energéticas de la cinta con respecto al exterior; de esta forma, evitaremos en gran medida descompensaciones y alteraciones de la mecánica, aunque lógicamente nunca igualaremos a la realidad. 

Pero, muy importante, aunque la inclinación va a ayudarnos a un uso de la conta con mecánica más natural y menos lesiva, es importante evitar agarrarte. La mejor opción es todo lo contrario: realizar zancadas más bien amplias para conseguir mayor movilidad en la cadera e implica a tus brazos con un movimiento también amplio y contralateral.

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