Usabal

Boletín de actualidad Fecha: 12-05-2014




SALUD: Cuida tus pies de deportista

SALUD: Cuida tus pies de deportista

FUENTE: Sporlife
¿Debe un deportista cuidar sus pies de un modo especial?, ¿estamos todos preparados para "lanzarnos a la carrera"? Tus pies son la base de tu actividad deportiva, no te olvides de cuidarlos.

A lo largo de los años, bien como deportista o como terapeuta, me he enfrentado a muchísimas lesiones derivadas directa o indirectamente del pie. Nuestros pies son la base de nuestro aparato locomotor, los pilares de nuestro rendimiento, pero son los grandes olvidados a la hora de cuidarnos, quizá porque los consejos publicitarios cubren otros aspectos de la salud más directamente relacionados con la estética. 

En este artículo intentaremos darte una imagen global de cómo cuidar tus pies a distintos niveles, y de cómo aprender a escuchar "señales" que nos transmiten la idea de que "algo no funciona bien" en nuestros pies. Estas señales no están siempre centradas en los propios pies, pueden aparecer incluso en tobillos, rodillas caderas y espalda.

Para cuidar bien nuestros pies, debemos hacerlo a tres niveles: dermatológico, como estructura articular en movimiento (patomecánico) y de calzado.

Nivel dermatológico
El cuidado de la piel de nuestros pies es muy sencillo… tan sencillo, que sencillamente no lo hacemos. Todos debemos dedicar a diario un tiempo al cuidado de nuestros pies.

Piel
La ducha es importante. Debemos usar un jabón neutro  respecto al pH de nuestra piel (más aún si la persona es diabética). Es muy importante lavar los pies con detenimiento entre todos los dedos y posteriormente secarlos con atención  y mimo.

La sudoración es un mecanismo necesario para la refrigeración de nuestro cuerpo, más aún cuando estás realizando una actividad deportiva que eleva tu temperatura corporal. Pero nuestros pies están frecuentemente "encerrados" en calzado que evita que esa humedad se evapore, lo que nos obliga a extremar los cuidados. Un exceso de sudoración, bien por práctica deportiva o por "hiperhidrosis" puede provocar una maceración de la piel (se pone "blanda" y blanquecina). Cuando se produce este proceso, la piel, un órgano fundamentalmente defensivo, se debilita y está expuesta a la colonización por distintos agentes etiológicos patógenos como hongos y bacterias. Por eso son tan comunes entre corredores y otros deportistas las infecciones bacterianas y patologías como "pie de atleta".

Ante la duda, visita a tu podólogo, que optará por el tratamiento más efectivo. Es muy importante que no optes por automedicarte estos problemas, un medicamento inadecuado no es efectivo y además se crean resistencias.

Uñas
Las uñas también son un motivo a nivel dérmico muy común en la consulta. La afectación ungueal por microtaraumatismos continuados es muy habitual en deportistas. Esto es lo que se conoce como "uñas traumáticas", que suelen estar acompañadas por sobreinfecciones de naturaleza micótica.

Al igual que en el caso anterior, la visita al especialista es crucial para el tratamiento y la prevención de estas lesiones. Haciendo un inciso, diremos que la mayor parte de las lesiones ungueales en el deportista se deben básicamente a 3 factores:

1. Calzado deportivo excesivamente estrecho, tanto en longitud como en altura de la pala y mala sujeción del mismo, de forma que durante la actividad deportiva el dedo grueso, que no gordo, choca directamente contra el calzado provocando la lesión.

2. Acortamiento de la cadena posterior y aumento de tensión del sistema Aquileo-calcáneo-plantar. Traduciéndolo a términos que todos conocemos: no estamos estirando lo suficiente, y al no estirar, nuestro pie tiende al "equino" y por tanto a tropezar.  Uno de "chivatos" de este problema son, para los que nos dedicamos a la patomecánica y la biomecánica, las lesiones en el dedo grueso. Nuestro cuerpo hace lo que puede para evitar que tropecemos y la elevación del dedo grueso, así como la flexión dorsal del resto de los dedos, las marchas en "guadaña" (con los dedos flexionados) y la flexión de cadera son algunos de los mecanismos a los que recurre, que suelen venir acompañados de muchas patologías.

3. Corte de las uñas con alicates, cortaúñas o tijeras contaminados, que suele ser motivo de lesión ungueal, debilidad de la lámina ungueal y por tanto lesiones.

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