Usabal

Boletín de actualidad Fecha: 10-09-2019




Alimentación para prevenir el cáncer de colon

Alimentación para prevenir el cáncer de colon

FUENTE: Sportlife
El cáncer de colón, aunque también tiene un carácter genético (y podría ser transmitido hereditiriamente, lo que obliga a un mayor control de las personas que tengan un familiar directo que haya padecido la enfermedad), parece estar asociado a dietas ricas en grasas y pobres en fibra.

Afortunadamente el cáncer de colón es uno de los pocos cánceres que se puede diagnosticar antes de que la persona presente síntomas e, incluso, antes de que los pólipos se transformen en cáncer. La prueba más fiable para detectar el cáncer de colon es gracias a un test de sangre oculta en las heces que averigua si hay presencia de sangre o no. Esta prueba es recomendada por los médicos a partir de cumplir los cincuenta años y debería repetirse cada dos años. En el caso de obtener un positivo al realizarse esta prueba control, habría que hacer lo más rápidamente una colonoscopia para asegurarnos del origen de sangrado. La colomnoscopia también nos permite sirve para detectar y extirpar en ese momento los pólipos. De esta forma evitaríamos el desarrollo del tumor. Recordemos que este cáncer se produce por un crecimiento incontrolado de las células del colon y/o del recto. La gran mayoría de los cánceres de colón se inician por un crecimiento del revestimiento interno del colon o del recto (pólipo). Un dato importante a tener en cuenta para evitar que cunda el pánico: no todos los pólipos se convierten en cáncer.

De cara a la prevención del cáncer de colón, es importante evitar el sobrepeso y realizar deporte de forma habitual, además de evitar el tabaco (que aumenta el riesgo de la aparición de los pólipos) y controlar el consumo de las bebidas alcohólicas ya que su consumo propicia que crezcan las células de la mucosa del colon.

Respecto a la dieta, los médicos recomiendan controlar especialmente el consumo de grasas, con el objetivo de no superar el 20% de las calorías de nuestra dieta diaria. Hay que disminuir el consumo de las carnes rojas que podemos compensar con pollo y sobre todo con pescado. La fibra juega un papel clave en la prevención del cáncer de colón. Debemos asegurarnos de aportar a nuestro organismo cuando menos 25 gramos diario de fibra, que podremos conseguir, por ejemplo, a través de los cereales y el pan integral. Las fibras solubles se encuentran principalmente en las frutas y verduras, especialmente en manzanas, naranjas, zanahorias, brócoli y cebollas. También en el salvado de avena, cebada, nueces, almendras, avellanas, y legumbres.

Por ello, la última de las recomendaciones es incrementar la ingesta de frutas y verduras (coliflor, coles de Bruselas, brócoli) y las legumbres que tanto pueden aportar en nuestra dieta y que cuestan tanto que estén en el menú de las nuevas generaciones. Realmente merece la pena el esfuerzo de cuidar nuestro alimentación que seguirá siendo igual de deliciosa o más siguiendo estas recomendaciones. Un esfuerzo que puede hacer la diferencia a la hora de evitar la aparición del cáncer de colón.

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