Usabal

Boletín de actualidad Fecha: 13-10-2020




¿Es saludable usar la mascarilla mientras corremos?

¿Es saludable usar la mascarilla mientras corremos?

FUENTE: Sportlife
El uso de mascarilla forma parte de un conjunto de medidas de prevención para limitar la propagación de determinadas enfermedades respiratorias causadas por virus como es el caso del COVID-19. Pero no debemos olvidar que debe ir combinada con otras medidas como el distanciamiento físico que se ha comprobado ser clave en la prevención, sin olvidar la higiene de las manos y la desinfección de útiles y elementos de uso frecuente.

El distanciamiento físico es determinante en el contagio, se ha comprobado cómo mantener un distancia mejor 1.5 m., que 1 metro, y a ser posible 2 m. o más con otras personas y usar mascarillas y gafas es la mejor manera de reducir la transmisión de la COVID-19, según un estudio publicado en The Lancet* (1). En este estudio se afirma que si se mantienen tres metros las posibilidades de contagio se reducen a la mitad. El uso de mascarillas reduce mucho el riesgo de infección siendo un complemento a las medidas de distanciamiento físico e higiene recomendadas por el Ministerio de Sanidad en el contexto de la pandemia de la COVID-19.

Realizar ejercicio físico de cierta intensidad al aire libre respetando la distancia interpersonal exime al deportista de la obligación de llevar mascarilla. Hay casos que también eximen de su utilización como son las personas con problemas respiratorios y cardíacos porque como barrera física que son dificultan la entrada del aire en los pulmones pudiendo agravar determinadas patologías. Es interesante comentar que aunque un estudio* (2) afirma que llevar mascarillas haciendo ejercicio físico es seguro, quizás lo sea en deportistas profesionales o muy entrenados, ya que todos hemos experimentado esa sensación de agobio y de falta de aire que se produce simplemente al tener que subir un tramo de escaleras o al acelerar el paso porque pierdes el autobús. Estando en reposo no hay problema y caminando despacio tampoco, quizás es porque ya nos estemos acostumbrando. El problema radica cuando aumenta la intensidad que hace que la demanda de oxígeno por los músculos sea mayor y el ritmo ventilatorio se dispare, es entonces cuando las máscaras suponen un problema y en determinados casos incluso pueden poner en riesgo la salud. De hecho en China se han registrado casos de personas que han fallecido mientras hacían ejercicio físico llevando mascarilla.

Dificultad respiratoria, aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la percepción del esfuerzo, angustia, etc, son efectos que todos hemos podido experimentar al llevar la mascarilla y realizar ejercicio físico. Sin lugar a dudas estas sensaciones no son en absoluto recomendables, ni saludables, por esta razón las autoridades sanitarias entienden que durante la práctica deportiva en espacios abiertos asegurando la distancia interpersonal es mejor que no se lleve mascarilla. El problema está en que la recomendación de 1,5 metros de distancia social se ha definido para las personas que están quietas y la ciencia no ha establecido lo que es una distancia física segura cuando compartimos la actividad deportiva con otros, bien sea corriendo o pedaleando. Esto se debe a que no solo aumenta la ventilación sino que con el movimiento también es mayor la dispersión de las gotitas de saliva en el aire, a lo que se suma el efecto del viento. Por ello debemos evitar ir a la estela de otro, mejor en diagonal para evitar inhalar parte del aire exhalado por el otro, valorar la dirección del viento, en definitiva aumentar la distancia de seguridad. En este sentido otro estudio* (3) subraya el especial cuidado que se ha de tener a la hora de hacer ejercicio en la vía pública y destacan que la distancia de seguridad de uno o dos metros entre personas no es suficiente si se quieren evitar contagios.

La imagen simula a un corredor que sigue a otro, van a una velocidad de 14 km/h y las gotas exhaladas por el que va delante podrían llegar a ser inhaladas por el corredor que va a su estela sin la distancia prudencial de 4 metros, excepto si va en paralelo o en una disposición escalonada. Así los corredores que trotan a la par tienen menos riesgo de contagio, lo mismo ocurre con los ciclistas, siendo 10 metros la distancia prudencial para ir detrás de otro y nunca se recomienda ir a rueda.

Así sobre las bases de estos resultados, los científicos aconsejan mantener una distancia de seguridad con el deportista que te precede de al menos 4 metros si se corre y 10 metros si se va en bicicleta y mejor es ir en paralelo para evitar que coincidan las estelas.

En mi opinión para poder seguir haciendo ejercicio de una forma segura lo mejor es hacerlo de forma individual y al aire libre o en lugares bien ventilados. Si lo haces acompañado siempre asegúrate de una distancia interpersonal “suficiente” como para poder prescindir del uso de mascarilla; de no ser así por ahora mascarilla si o si, y mejor con mascarilla para deportistas que facilitan la respiración.

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