FUENTE: Sportlife

Dentro de los consejos que está emitiendo estos días el Ministerio de Sanidad, a través de sus redes sociales, nos ha llamado la atención el giro hacia lo natural y sostenible que adquieren las nuevas recomendaciones de este organismo público.

Desde las páginas de Sport Life llevamos décadas asesorando sobre la necesidad de recurrir en la dieta cotidiana a la utilización de alimentos frescos, al incremento de vegetales y frutas en la rutina alimenticia diaria, a la eliminación de azúcares refinados de nuestras comidas, al uso de alimentos integrales en sustitución de los refinados… Y, en muchas ocasiones, nos hemos encontrado con el muro de la medicina institucional que, tanto a nosotros, como a muchas otras personas que difundían esta manera de alimentarse, nos tachaban de alarmistas, indocumentados o manipuladores.

Los lectores más veteranos recordarán el gran éxito que tuvo el célebre profesor D. Francisco Grande Covián, representante a ultranza del oficialismo nutricional de nuestro país, gran investigador y persona de relevancia social que, con toda su buena voluntad, difundió la ciencia dietética durante las décadas de los años 70 y 80 del pasado siglo.

A esto le acompañaba, entre otras muchas acciones, una campaña que se difundió en grandes medios titulada “Que no te amarguen la vida”, en la que su patrocinador principal era la empresa Azucarera (estatal en aquel momento), que hablaba de los beneficios de consumir azúcar blanca refinada.

Durante muchos años los que basaban su dieta en un porcentaje elevado de verduras, frutas y hortalizas eran tachados de fanáticos, los que prodigaban el uso de cereales integrales poco más que comían paja, los que renunciaban a productos procesados y ultra preparados eran poco más que anacoretas trasnochados… y ahora el Ministerio de Sanidad es quien certifica la idoneidad de esta dieta.